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Albóndigas De Pollo En Salsa

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la receta para albóndigas de pollo en salsa Es una de las opciones más increíbles para agregar a la pasta, comer con arroz blanco, servir con otras porciones y más. Además, es una variación interesante para quienes no les gusta la carne molida. 

Teniendo esto en cuenta, te daremos algunos consejos sobre guarniciones y variaciones de salsas, para que tengas varias opciones diferentes para combinar. Pero no te preocupes, todas las recetas son fáciles de preparar, con la intención de optimizar tu tiempo en la cocina. 

De esta forma, podrás disfrutar de más tiempo con amigos y familiares, disfrutar de esa noche especial, ponerte al día con todas tus películas y series, además de relajarte y disfrutar de una buena copa de vino. ¡Vamos allá! 

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Almôndegas de Frango ao Molho – Receita Fácil
Albóndigas de pollo con salsa (Imagen: Google)

Receta fácil de albóndigas de pollo en salsa

Para empezar, veamos los ingredientes. Así, separa: 1 cucharada de aceite de oliva, 2 cucharadas de perejil picado, 1 cebolla rallada, 1 huevo, medio kilo de pechuga de pollo molida, 2 cucharadas de caldo de pollo o media tableta, 2 tazas de pulpa de tomate o ya preparada salsa, albahaca al gusto, 1 diente de ajo machacado y 1 pan francés duro. 

El pan debe quedar sin corteza y cortado en cubos. Mezclar el pan con el caldo de pollo, huevo, pollo, cebolla y perejil. Cuando esté homogéneo, empezar a tomar porciones pequeñas y hacer bolitas. Déjalos reservados. 

En una sartén, agrega el aceite de oliva y el ajo para que se dore. Luego, agrega la pulpa de tomate, la albahaca y otros condimentos de tu preferencia. Si usa pulpa, agregue media taza de agua. Llevar a ebullición y añadir las albóndigas. Tapar y dejar al fuego una media de 10 minutos. O hasta que estén cocidos. ¡Ahora sólo sirve!

pasta al pesto 

Un consejo interesante es servir las albóndigas de pollo en salsa con la famosa pasta verde. El contraste de sabor es interesante y deja una hermosa apariencia en el plato. Entonces, empieza por elegir tu pasta y ponla a hervir. No agregues sal ni aceite a la sartén, solo agua y la pasta. 

Para la salsa separa: 2 dientes de ajo, 1 cucharada colmada de queso provolone rallado, queso parmesano al gusto, media taza de aceite de oliva, ¼ de taza de hojas de albahaca. Cabe mencionar que esta salsa queda deliciosa en sándwiches, con papas al horno, chips, panqueques y mucho más. 

La preparación es muy sencilla: coloca todos los ingredientes en una procesadora o licuadora (excepto el parmesano) y licúa hasta que se forme una masa homogénea. Lo ideal es añadir parte del aceite de oliva e ir añadiendo el resto poco a poco. Luego escurrir la pasta y mezclar con la salsa. Terminar con queso parmesano. 

Consejos para acompañar 

Además de la pasta con pesto, la receta fácil de albóndigas de pollo en salsa combina bien con arroz blanco simple. Entonces, prepara esa porción fresca y suelta. Puedes servirlo en platos ya preparados o colocar porciones en platos de cristal. Un consejo especial es decorar el arroz con hojas de hierbas u orégano.

Además, es una opción interesante para algunos bocadillos más elaborados. Luego, puedes servir con pan cortado por la mitad. La albóndiga en la salsa se utiliza como relleno. Si deseas agrega lonchas de queso y sirve con papas fritas u otros. 

Por último, puedes servirlo con otras recetas de pasta, puré, como snack (clavando palillos), con una mezcla de hojas verdes y verduras cocidas, tostadas e incluso con caldos. ¡Hay varias combinaciones y todas quedan increíbles! 

Albóndigas de pollo en salsa – Más recetas 

Además de la receta sencilla que ya se presenta aquí, también puedes consultar otras opciones para hacer tuya tu albóndiga y satisfacer verdaderamente tu paladar. De hecho, esta es una receta que se puede preparar y congelar, funcionando bien para quienes preparan almuerzos para toda la semana. 

Finalmente, puedes agregar a tu receta espinacas molidas o picadas, así como palmitos. En estos casos basta con seguir bien el alimento picado, para que se incorpore a la masa y no acabe rompiendo las bolitas. De hecho, si tienes dificultades para hacer las albóndigas, añade unas cucharadas de pan rallado hasta que estén cocidas. 

Pero también puedes añadir un relleno al plato, como por ejemplo queso. En este escenario, toma una porción de la masa, ábrela en tu mano y agrega el relleno. Luego, cierra la bola y termina presionando ligeramente, para que se pegue todo. 

Albóndigas vegetarianas – ¡Sí, hay opción!

Si no empiezas con la carne, un consejo es preparar recetas vegetarianas de albóndigas. Así que existen algunas variaciones, ya que puedes elegir las verduras que más te gusten. Generalmente se recomiendan la coliflor, el brócoli, la zanahoria e incluso la berenjena. De hecho, puedes utilizar una opción base o varias. Depende de tu gusto. 

En este caso, es importante prestar atención al punto de la verdura. Esto se debe a que, si lo dejas demasiado pronto, será más difícil hacer las bolitas. Entonces, si vas a hornear, hazlo a la ligera. Pensando en evitar errores, una alternativa inteligente es rallar las verduras. Con esto será un poco más sencillo y conectar. 

Al mismo tiempo puedes agregar otros ingredientes, como queso y preparar la salsa común. Algunas personas prefieren freír las bolitas por separado. Luego, escúrrelas bien sobre toallas de papel y agrégalas a la salsa ya preparada. Esta es una opción para quienes no les gusta el sabor cocido, especialmente con la carne. 

Consejos de oro 

Por último, el primer consejo es dedicarte siempre al proceso de enrollar las albóndigas. Esto evita que se abran al freír o cocinar. Precisamente por eso, no prescindas del pan rallado y del huevo, que ayudarán en el proceso de unión, manteniendo todos los ingredientes juntos. 

El segundo consejo es evitar apretar demasiado las albóndigas al hacer bolitas. Esto se debe a que, al presionarla, la carne/base acaba concentrándose. El resultado son bolas más duras, que se parecen a una bola de carne. De esta forma, haz las bolitas de forma ligera, dándoles forma. 

El tercer consejo es aprovechar siempre el sabor de los alimentos y los condimentos básicos, como la cebolla, la sal y el ajo. Prefiere agregar otros condimentos a la salsa. De esta forma podrás evitar el exceso, que puede hacer que la albóndiga quede salada o picante. 

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